Solo miraba los ojos de ella -impresionados, abiertos a sobremanera; denotaban tantas cosas - él solo le sonrío.
La apretó más contra sí, le causaba un placer infinito, era una pasión desbordada, una sensación extraordinaria, no podía con tanta excitación; esa mirada -la de ella- fue perdiendo brillo, hasta quedar vidriosa, los ojos se fueron cerrando. Un débil gemido salió de sus labios.
La apretó más contra sí, le causaba un placer infinito, era una pasión desbordada, una sensación extraordinaria, no podía con tanta excitación; esa mirada -la de ella- fue perdiendo brillo, hasta quedar vidriosa, los ojos se fueron cerrando. Un débil gemido salió de sus labios.
Retiro el cuchillo del estomago, la soltó después de ese abrazo mortal, el cuerpo cayó al suelo con un ruido seco; se arrodilló para limpiar el arma con el cabello de aquella muerta en la alfombra; y le susurró al oído:
"Fuiste la que más placer y repugnancia me otorgó, no se si agradecerte o aborrecerte."
Le regaló una última mirada y se fue...
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