Te enamoras de puro vato meco, de pinches hombrecitos sin sueños ni metas en la vida, de mocosos que supuestamente quieren cambiar el mundo y no cambian ni de calzones, de escuincles llorones, de morros puñetas, mirreyes, hijos de papi, aburridos, dogmáticos, machistas, sumisos, amargados, secos, rolleros que viven con su mami y mamados sin cerebro.
Dale el beneficio de la duda a los chicos malos, a los locos, arriesgados, idealistas, utópicos, soñadores, emprendedores, trabajadores y a todos aquellos hombrecillos extraños, raros, encantadores e interesantes y que te valga la opinión del mundo.
Enamórate de aquel jovencito irresistible por sus encantos y pensamientos de lujo, de aquel caballero maduro y atractivo por su madurez y experiencia, de aquel terco que tiene tiempo dedicándote tiempo y palabras bonitas, del loco que te marea de puras carjajadas, del que te escribe o dedica canciones o poemas a puño y letra ¿Y qué chingados la diferencia de edades, ideas o lo que diga la gente?
Al diablo los amores baratos. Deja de coleccionar pendejos y enamórate de alguien detalista, cariñoso y diferente. Del que te ame con tus lonjas, estrías, clavículas, cachetes, lunares, cicatrices, pecas, tatuajes, carácter de la chingada, tornillos de menos y poca paciencia mental.
Cotízate un chingo, por que no cualquier cabrón se merece a una damita loca como tú.
Ilustración de arroba.nat
Héctor Berumen.
Hace 7 años
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